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Charles Adams tiene 63 años y es un sobreviviente del VIH desde hace 38 años y un activista desde hace mucho tiempo de los desatendidos en la comunidad del VIH/SIDA. En la actualidad, Charles es el representante del GCAB para el CRS de la Universidad de California en San Francisco. Charles se unió al CAB de la UCSF en 2015. Anteriormente, Charles fue miembro del CRS de Stanford entre 2001 y 2013 hasta que cerró. Charles también trabaja como voluntario en un programa de canastas de alimentos específicamente para personas con VIH, en un bufete de abogados sin fines de lucro especializado en VIH/SIDA en SF y es miembro del Consejo Comunitario Ryan White para el VIH de San Francisco.
Ha sido un largo viaje para llegar a donde Charles se encuentra hoy. Enfermó en noviembre de 1983 mientras servía en el ejército estadounidense y pasó 30 días en el hospital de la base. Sus análisis no tardaron en llevarle a suponer que era gay, lo que le llevó a ser expulsado del servicio en seis meses. Al volver a Missouri, se dio cuenta de que quedarse allí le llevaría a tener muchas posibilidades de morir por falta de atención. Investigando dónde era mejor la atención del VIH, decidió trasladarse a California. Trasladarse a Palo Alto y obtener acceso a Medi-Cal y a la Seguridad Social supuso un auténtico cambio en su vida. La estabilidad en la vida le dio la oportunidad de empezar a buscar formas de aportar su granito de arena a la comunidad del VIH. Una vez iniciado el voluntariado, los servicios directos a los clientes han sido siempre lo que le ha mantenido en marcha.
Ser miembro de los CAB de Stanford/SF y poder conocer, revisar y dar su opinión sobre los protocolos le ha dado una gran sensación de empoderamiento. Uno de los mayores atractivos del CAB de SF es la cantidad de diversidad que hay en él y el gran banco de conocimientos que existe entre sus miembros. La mayoría de los miembros son sobrevivientes de larga data. Ver los avances médicos en la atención del VIH/sida gracias a la investigación del ACTG le ha dado aún más razones para seguir en el CAB. «La influencia del CAB sobre quién puede participar en la investigación ha sido una de las mejores cosas de los últimos años», afirma Charles. «La inclusión de más mujeres, trans y personas de color no se habría producido sin el empuje del CAB. Los CAB son una parte vital del ACTG. Si observamos el ACTG en la actualidad, la investigación ha dado lugar a grandes avances no solo en la atención del VIH, sino también en los campos de la hepatitis, la tuberculosis e incluso el COVID-19. La cura del VIH vendrá de esta investigación».
Qué largo y extraño ha sido este viaje por la vida. ¡¡Charles está agradecido de estar vivo y de poder ser un activista de larga trayectoria!!